Artículo publicado en la web HUELVACOFRADE.COM
El resurgir

Y es que en este
barrio, en el que por suerte me tocó nacer y vivir, las cofradías son vividas
durante todo el año, pero al llegar la primavera ésta trae el más esplendoroso
resurgir, la vida corre por las arterias del Polvorín confluyendo en el corazón
del barrio cofrade por excelencia, el Sagrado Corazón de Jesús. Un barrio que
entiende la Semana Santa a su forma e imprime de un carácter especial a sus
cofradías. Un barrio que prepara con afán un acontecimiento irrepetible que
tendrá lugar en 2012, en el que más allá de coronarse su principal devoción, se
dará cuenta del gran amor que aquí profesamos a Nuestra Madre María Santísima.
Es en estas fechas
cuando el barrio se abre a cofrades de toda la ciudad que vienen a compartir con
nosotros multitud de cultos, charlas, exposiciones y ensayos. Es ahora cuando
gozamos de los preparativos, cuando disfrutamos soñando despiertos con lo que
está por venir. Irremediablemente el tiempo nos llevará a esa luminosa tarde
como ninguna otra, cuando el Domingo de Ramos las puertas del Sagrado Corazón se
abran para llevar a Huelva la más Santa de las Cenas. Mismas puertas que se
cerrarán el Miércoles Santo tras la explosión de devoción con la que el barrio,
como un auténtico día de fiesta, recibe de vuelta a la Reina del Polvorín.
Ojalá estos cuarenta
días que tenemos por delante fueran eternos para vivirlos minuto a minuto
sintiéndonos parte de la construcción de un sueño en común, llenando nuestras
vidas de momentos cofrades irrepetibles mucho más allá de cualquier manido
debate sobre horarios, itinerarios y consejos de hermandades….Y es que quizás a
muchas de esas personas que pierden su tiempo en politizar y ensuciar todo lo
bello que aportamos con nuestras cofradías, deberían visitarnos y comprobar lo
que se están perdiendo con sus “guerras particulares”. Señoras y señores
disfruten mucho de estos cuarenta días de preparación a todo lo que nos viene,
yo prometo hacerlo por mí y por todos aquellos que pierden su tiempo en luchas
improductivas, lo prometo.