"Low cost" y "home made"

Artículo publicado en la web HUELVACOFRADE.COM
 
"Low cost" y "home made"

Si quisiéramos hablar en una tertulia cofrade, de esas que tanto nos gustan, sobre un referente del bordado, a la mente acudirían las hermanas Antúnez, Rodríguez Ojeda, los grandes diseños de Herminia Álvarez Udell o Ignacio Gómez Millán, los talleres de Santa Bárbara o los de Caro y multitud de obras que nos han regalado para la posteridad. Igualmente, si buscáramos obras meritorias en el arte de la orfebrería, a la boca se nos vendrían nombres como Jesús Domínguez, Cayetano González o los hermanos Delgado.
Pero nada escapa a las tendencias actuales, y a este nuestro mundo de las cofradías podríamos aplicar ese término tan de moda que usan tanto en Ryanair o Easyjet: el “low cost” o, para que nos entendamos, el “bajo coste”. Estas compañías ofrecen vuelos a un precio mínimo ahorrándose todos los costes y sin aportar ningún tipo de servicios, simplemente te transportan de un lugar a otro. Pues esa misma idea es la que abunda a día de hoy en nuestras cofradías, queremos unas bambalinas que se muevan y que brillen, aunque sean de serie y plástico, queremos una corona que aunque haya 30 iguales en toda Andalucía nos “salga baratita”, buscamos un encaje que aunque sea de plástico parezca antiguo, queremos un paso de palio que de lejos lo parezca, pero que de cerca casi que no lo sea.
Además de esta extendida tendencia, cada vez recurrimos más habitualmente a otra costumbre y que de igual modo está empobreciendo nuestro patrimonio. Lo casero, lo “hecho en casa”, el “home made”. Ahora todos nos podemos sentir artistas en nuestras hermandades, todos podemos ser bordadores, orfebres, carpinteros y lo que haga falta ser. Y lo peor es que en muchas ocasiones, y siendo consciente la propia hermandad de que la calidad brillará por su ausencia en el trabajo en cuestión, se nos vende el “cariño y la entrega” con el que los hermanos han trabajado, intentando así suavizar las críticas y dándole un valor alternativo a algo que no posee valor artístico.
Este es el camino que salvo honrosas excepciones toman muchas de nuestras cofradías, un camino corto, fácil y rápido, pero que poco o nada dejará como legado a las generaciones venideras. Debemos ser conscientes de la responsabilidad que tenemos ante nosotros y no tomar atajos para sacar a la calle un patrimonio que sea todo bulto y poco detalle, al que de miedo acercarse. Y es que de noche "no todos los gatos son pardos".