Artículo publicado en la web HUELVACOFRADE.COM
Ustedes los cofrades
Pero lo grave de
la cuestión es que en muchas, pero que muchas ocasiones somos los cofrades
los culpables de esa visión que tiene una gran parte de la población
sobre nosotros. Llenamos
horas de tele, de radio, foros, blogs, hojas de periódicos y todo lo
llenable sólo con nuestros problemas, rencillas, conflictos entre hermandades
y dentro de las mismas. Pero….. ¿y cuándo vamos a hablar de
lo positivo que todo esto aporta?
Nosotros los cofrades
somos capaces de lo peor y de lo mejor a la vez, ¿no es acaso algo digno
de admiración trabajar de forma altruista para una causa común
y cuyo beneficio sabemos que no repercutirá en nosotros? Y es que hace
poco me comentaba mi amiga Cinta Quintero una verdad de esas casi universales: ”Si
tuviera que pedir para poder comer me moriría de hambre, pero si hay
que salir a buscar para la hermandad allí estaré”.
Nosotros los cofrades
somos capaces de renunciar a días de fiesta, a nuestras horas de ocio,
a privarnos de la familia y amigos y de un sinfín de placeres por trabajar
en algo en lo que creemos con toda la fuerza del mundo. Y es esto lo que quizás
muchas pobres y cerradas mentes no entiendan, que hagamos todo esto sin sacar
“nada para nosotros”, sólo por el mero hecho de cumplir con
un compromiso que nosotros mismos hemos adquirido de forma voluntaria y que
nos aporta unos beneficios y satisfacciones intangibles que no son capaces ni
de imaginar.
Nosotros los cofrades
me atrevería a decir que somos el colectivo más participativo
en la ciudad, y ya no me refiero al ámbito de las hermandades sino en
la vida diaria de Huelva en el terreno social y cultural. En toda inauguración
que se precie, en manifestaciones, exposiciones, ferias, fútbol, Rocío…..habrá
cofrades de por medio, ¿o es que no nos vemos siempre las mismas caras
en todos sitios? Somos ciudadanos implicados al máximo.
Con todo esto no
estoy descubriendo nada nuevo para los que estamos dentro de este entramado,
pero quizás merezca la pena que de vez en cuando alguien le recuerde
a todos los espectadores que nos ven desde fuera, que por dentro hay mucho más
que no se conoce, que la fe mueve montañas y es capaz de levantar una casa
hermandad, de sacar a la calle a decenas de miles de personas, de llevar a cabo
obras sociales que poca gente conoce y de miles cosas más.
Nosotros los cofrades
somos gente maravillosa, que lo damos todo casi sin recibir nada, que creamos
un colectivo amplísimo del que sólo trascienden los desencuentros
que no son más que una anécdota en la vida diaria de una cofradía
y que no podrán jamás empañar los años de trabajo,
dedicación y la entrega de muchas familias y amigos que han dado lo mejor
de sí mismos por proyecto común.
“Si, aquí
estamos nosotros los cofrades, ¿Y qué?”